23 diciembre 2008

.::FELICES FIESTAS. Y un muy entrañable 2009!!!

En este 2008 que termina
solo los recuerdos nos dirán lo que ha sido...
Para este 2009 que se aproxima
construye el camino y la dirección de lo que quieras sea recordado, no solo deseado...
si no haciendo que las cosas pasen como quieras que sucedan.
La imagen guarda el registro de la memoria...
Ojo de mosca te decea FELICES FIESTAS y un muy entrañable 2009!!!
Atte:
STTAF ojo de mosca
Ojo de Mosca
Gestión y Difusión Artística
Belén 325
Col. Centro
CP. 44100

19 diciembre 2008

.::La gran guerra y la crisis de valores

"Arte corresponsal en tiempos de..." Acuarela. Yolliztli Ruiz


Vicente Aliaga Col. Arte hoy. Arte y cuestiones de género. Una travesía del siglo XX Ed. Nerea. San Sebastian (Guipúzcoa), 2007, Pág. 118


LA GRAN GUERRA Y LA CRISIS DE VALORES


El estallido de la I Guerra Mundial tuvo enormes consecuencias en las relaciones entre los sexos. Alejados los varones en el frente de batalla, algunas mujeres ocuparon puestos de trabajo que quedaron vacantes. Este contacto con el ámbito laboral les permitió saborear, de alguna manera, las mieles de la independencia económica.

1918 es un año cargado de simbolismo. Las secuelas psíquicas que dejó la guerra, tanto en la Alemania derrotada como en las naciones victoriosas, son de amplio calado. Por un lado, está el resentimiento dirigido contra los vencedores (no se puede olvidar que en el tratado de Versalles Alemania quedó humillada en múltiples aspectos), que también padecieron quienes no combatieron en la guerra. Como afirma María Tatar en Lustmord. Sexual Murder in Weimar Germany (1995), la subjetividad masculina quedó dañada por la derrota militar y por la percepción de que el cuerpo como entidad aparecía en su máxima vulnerabilidad, fragmentado y herido. Un golpe duro para la invencible hombría.

Las mujeres que habían escapado del fragor de la batalla y que se habían incorporado al ámbito laboral, además de hacerse visibles en el espacio público exigiendo igualdad de derechos (piénsese que en Alemania, por ejemplo, no pudieron asistir a actos políticos o afiliarse a partidos hasta 1908), fueron percibidas por muchos hombres como una amenaza al poder social y económico que éstos habían capitaneado, así como al statu quo existente.

La reacción defensiva contra la mujer y los valores de género a ella asociados sirvió de caldo de cultivo para la aparición de un conjunto de imágenes y representaciones violentas. Me refiero a una serie de pinturas, dibujos y acuarelas de Otto Dix y George Grosz que insisten en mostrar cuerpos de mujeres violados y salvajemente desmembrados.

Si bien antes de la guerra o en los primeros avatares de la misma una pléyade de intelectuales y de artistas celebraron entusiasmados los conflictos bélicos, hasta el punto de llegar a alistarse (Boccioni, Léger, Kokoschka, Beckmann, Dix, Marinetti...), la experiencia misma del campo de batalla generó todo tipo de traumas. La exaltación inicial iba acompañada a menudo de un rechazo a lo femenino, considerado falto de energía y blando (especialmente relevante el brío masculinista de Wyndham Lewis y los vorticistas). La idealización de la guerra suponía una vía mediante la cual limpiar y traer higiene al mundo, pero pronto esa visión se transmutó en dolor. Convalecientes de sus heridas, algunos de estos artistas-soldado ofrecieron el rostro deshumanizador de la contienda. Sin embargo, a la hora de representar a la mujer (por lo general, ausente o retratada como ángel reparador, enfermera o madre), ésta aparecía encarnada en el cuerpo sugerente, viscoso y repugnante a la vez, de una furcia.
En la Alemania de posguerra, la prostituta era una aparición nocturna, un fantasma enflaquecido, vinculada a la transmisión de enfermedades venereas. En relativo descargo de artistas como Otto Dix, que se ensañaron en representar a la mujer en su papel de víctima, es preciso añadir que los varones tampoco salían bien parados (suicidas, orondos empresarios, viejos verdes al borde de la muerte...), aunque, eso sí, la diversidad de papeles y cometidos que desempeñaban era mucho mayor. La crisis económica por la que pasaba Alemania y otros países vino también acompañada de una histeria colectiva azuzada por la presencia de asesinos en serie, de cuyos crímenes se nutría la prensa de la época. La fascinación por estos asesinos condujo a pensar que, en cierto modo, se les condonaba su brutal violencia, que era fruto, según muchos psiquiatras, de haber convivido con unas madres posesivas y castradoras. De ellas se vengarían después ensañandose en los cuerpos y los órganos genitales y reproductivos de sus víctimas. De alguna manera, el hecho de que las víctimas fuesen en su mayoría niñas y mujeres (también hubo varones homosexuales) ha permitido avalar la lectura de que se trataba de un castigo contra la creciente rebeldía de lo que todavía no se percibía, paradójicamente, como es sexo débil, o contra la visibilidad de los diferentes. Se ha escrito mucha literatura y se ha realizado mucho cine fermentando el imaginario colectivo en relación con los asaltantes sexuales como Jack El Destripador, en Londres; Peter Kürten, El Vampiro de Dusseldorf, o Albert DeSalvo, El Estrangulador de Boston. Por otro lado, en el reverso de la moneda, la representación de mujeres fuertes se había centrado en las féminas castradoras de forma harto frecuente en el arte y la literatura de finales del siglo XIX y principios del XX.

La proliferación de imágenes de Eva, Circe, Clitemnestra, Medusa, Judith, Salomé, esto es, de una serie de personajes bíblicos y procedentes de la mitología clásica o de anónimas femmes fatales ninfómanas empedernidas o esperpentos diabólicos, había sido desempolvada en la pintura realizada por hombres (Félicien Rops, Franz von Stuck, Fernand Khnopff, Edvard Munch...) Pero no se hizo con la intención de rescatar célebres figuras femeninas, sino, entre otros propósitos, como una estrategia de autodefensa ante la sexualidad y la pujanza femeninas presentadas injustamente como homicidas. Grosso modo, no había término medio ni sutilezas: la mujer pasaba de ser madre y ama de casa a puta y asesina.


atte: Yolliztli on line...

18 diciembre 2008

.::Las Sufragistas cuestionan la hegemonía del macho


Vicente Aliaga Col. Arte hoy. Arte y cuestiones de género. Una travesía del siglo XX Ed. Nerea. San Sebastian (Guipúzcoa), 2007, Pág. 118

EMERGE LA NUEVA MUJER
LAS SUFRAGISTAS CUESTIONAN LA HEGEMONÍA DEL MACHO

La coraza del macho comenzó a agrietarse, aunque muy levemente, con la irrupción en el espacio público de las sufragistas.

Una de las imágenes que habrán impregnado la retina de muchos y habrán dejado huella es la famosa fotografía en que la británica Emmeline Pankhurst es zarandeada por la policía, apartándola a empellones para evitar que se manifestase a favor del derecho al sufragio.
Nueva Zelanda, en 1893, fue el primer país que aceptó el voto para la mujer, que se vio obligada a radicalizar sus acciones -sabotajes, huelgas de hambre, incendios- para que fueran aceptadas las demandas de la Women's Social and Political Union.

La Francia de Simone de Beauvoir tuvo que esperar hasta 1945, Entre una y otra fecha, el derecho al voto femenino fue aprobado en los parlamentos, dándose paso de este modo a una nueva realidad social.


Según Julia Kristeva, el reto de la emancipación reflejó un deseo de formar parte de un tiempo histórico, lineal, vinculado con el Estado-Nación burgués y con las identidades políticas mayoritarias.

Esta época de campañas políticas a favor de la igualdad y de la participación apunta a un anhelo que persigue borrar las diferencias femeninas y abrazar el cuerpo de lo único y, por ende, masculino.


Atte: Yolliztli on line

17 diciembre 2008

.::Feminidad, masculinidad y mascaradas

casiopea31. Yolliztli Ruiz. Acuarela

Vicente Aliaga
Col. Arte hoy. Arte y cuestiones de género. Una travesía del siglo XX
Ed. Nerea. San Sebastian (Guipúzcoa), 2007, Pág. 118


FEMINIDAD, MASCULINIDAD Y MASCARADAS

En este orden de cosas, han salido a flote las teorías sobre las mascaradas. Así, una autora cuyo pensamiento ha cobrado vigencia en los últimos años es Joan Riviére, que en 1929 publicó un ensayo titulado Womanliness as a Masquerade (La feminidad como mascarada). Esta psicoanalista venía a decir que el comportamiento social de la mujer variaba cuando competía en el espacio público y laboral con el hombre. Su determinación, empeño, arrojo y constancia eran percibidas por los hombres como rasgos de una masculinización de las mujeres; de ahí que éstas, traumatizadas psicológicamente por este tipo de reacciones de oprobio, acentuaban su feminidad mediante comportamientos considerados própios de las féminas. Es decir, se ponían la mascarada de la feminidad. En el fondo, Riviére propugnaba que se trataba de conductas cambiantes, forzadas por la presión social del varón, que nada tenían que ver con la condición sexual biológica de las mujeres.

Los valores de género a los que me refería antes influyen también en las distintas orientaciones y en las prácticas sexuales (en este sentido, es acaso casual que el coito vaginal se encumbre como el acto sexual por antonomasia, preferible a los demás y representado hasta la saciedad, por ejemplo en el cine, en detrimento de otros placeres como, verbigracia, el orgasmo clitoridiano?). Y es que existe una neta jerarquización de las mismas sobre la base de una cultura falócrata en la que predominan los roles activos y pasivos, siendo estos últimos relacionados errónea e interesadamente con lo femenino y, por ende, minusvalorados y denigrados. Por otro lado, no resulta conveniente olvidar la existencia de la misoginia, algo que los varones comparten más allá de sus preferencias sexuales, y que no es precisamente un mérito. La misoginia está todavía hoy insuficientemente combatida en las distintas áreas de intervención social, educativa y cultural.

Las mujeres están acostumbradas a autoanalizarse al menos desde los años sesenta, con la aparición del feminismo, alicaído tras la II Guerra Mundial, cuando el imperio del hombre guerrero había eclipsado las necesidades del otro sexo y la aspiración a la emancipación de la mujer. Y ese proceso de auscultación y de autoconocimiento les ha permitido conocer mejor su sexualidad, que había sido forjada a medida de los deseos del varón. En cambio, éste, cómodamente encaramado en la hegemonía de un discurso cerrado, autocomplaciente, masculinista, no se conoce a sí mismo y tampoco admite fallas y fisuras en su coraza de macho irredento. Esta impermeabilidad e impenetrabilidad acarrea conflictos internos; por ejemplo, la falta de exteriorización de las emociones, que ha castrado, y sigue haciéndolo, a muchos hombres.

Los varones están perdidos, se dice con un velo de comprensión y conmiseración, pero todavía no lo suficiente, asevero, pues es preciso que entren/entremos en crisis para poder componer nuevos valores de igualdad y de verdadero respeto a las diferencias. Sin embargo, al menos en ciertos ámbitos, se empiezan a palpar ciertos cambios en las actitudes masculinas. El varón se ha transformado en un objeto de deseo, accesible a la mujer y a los demás hombres. Pero es esta objetualización, de marcado signo materialista y consumista, signo de una verdadera igualdad? La duda permanece.


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10 diciembre 2008

.::RE. ACT. FEMINISM. performance art 1960s y 70s a nuestros días::.



Academia Künste,
Berlin



Boryana Rossa and Ultrafuturo
SZ-ZS Performance, 2005



re.act.feminism
performance art del 1960s y 70s a nuestros días


Exhibicion—Archivo de video—
Live Performances—Conferencias
Un Proyecto por cross links e.V.
Curado por Bettina Knaup y Beatrice E. Stammer

Enero 2009



http://www.adk.de/reactfeminism/index.htm


El Arte del Performance emerge en la década 1960s y 70s, fue infundido con ideas de emancipación social y fundamentalmente influenciado por mujeres artistas interesadas en el feminismo. El arte del Performance explora la intersección entre el arte y la vida, de lo privado a lo público. Se ofrece un medio ideal para el examen, la desconstrucción y la reinvención del movimiento de la identidad femenina más allá de las atribuciones de lo q' se entiende como rol femenino en la cultura. Por otra parte, como una nueva forma de arte, que se produce fuera de los confines del espacio del arte tradicional, el performance fue un medio para colectivos y la intervención social en la esfera pública.

re.act.feminism ofrece un panorama ejemplar sobre la critica de género en el arte del performance e investiga sus resonancias en las producciones artísticas actuales en su forma de representación y re-apropiación, dentro de los nuevos formularios o documentales y los proyectos de archivo.



atte: Yolliztli on line

18 noviembre 2008

.::X ENCUENTRO DE GENERO: El cuerpo del género::.





X Encuentro de Género: “El cuerpo del género”


Coordina: Candelaria Ochoa

Lunes 1 y martes 2 de diciembre



Salón Juan José Arreola, Centro de Negocios, Expo Guadalajara



Todas las sociedades se caracterizan por establecer un conjunto de ordenamientos en torno al cuerpo. Las ciencias sociales se han abocado a dar cuenta de la imbricación entre el lazo social, los códigos culturales y la materialidad corporal.
Lo esencial de la política moderna se juega en torno al cuerpo y la vida. El cuerpo puede ser desde un arma de guerra, espacio de confrontación, posesión primera y sustancia extensa, pero también caleidoscopio de sensaciones, reino de las apariencias, matriz de los deseos: el cuerpo en su materialidad –ese “Body that matter” al que alude Judith Butler- es también lo que apuntala y trastoca a la vez las identidades –incluida la del género- y nos arrastra a los médanos del erotismo.
Este conjunto de dimensiones son las que nos interesa explorar en el X Encuentro de Género: las técnicas corporales modernas, el arraigo de las identidades de género en la materialidad del cuerpo, el erotismo, la norma y su trasgresión –lo que nos encamina de lleno al tema de las sexualidades disidentes.

Lunes 1 de diciembre
9:00 a 9:30 Inauguración

9:30 a 13:00 Mesa 1: Ordenación y tecnologías del cuerpo

Participan:

• Ángeles Sánchez Bringas y Dora Cardaci "Los cuerpos sexuados y las técnicas de reproducción asistida. Un balance desde las ciencias sociales”.

• Hans Saettele (UAM) “Dilemas del sexo: sexuación, in- diferencia, des-igualdad”.

• Celina Verónica Kishi Isutto “Cirugía plástica: género y cuerpo, utopía en la sociedad actual”

• Carmen Ramos “Cuerpos construidos, cuerpos legislados: ley y cuerpo en el México siecle”

• Martín Reyes y Candelaria Ochoa (UdeG) “Imperativos de la belleza y dispositivo médico”

• Moderadora: Elizabeth Viveros.

13:00 a 14:00 Presentación de revista
Revista de Estudios de Género La ventana, núms. 27 y 28.

Martes 2 de diciembre

9:30 a 10:30 Conferencia magistral Lenguaje del cuerpo, cuerpo del lenguaje
Conferencista:
• Dacia Maraini
Presenta:
• Candelaria Ochoa.

10:30 a 13:00 Mesa 2: La libertad del cuerpo: sexualidades legítimas y prohibidas
Participan:

• Rosío Cordova “Sexualidades disidentes: entre cuerpos somatizados y cuerpos hábiles”

• María Eugenia Suárez (UdeG) “Cuerpos policiales: reflexiones sobre algunos índices de género y masculinidades”

• Gloria Briceño “El cuerpo como performance en la sociedad de consumo”

• Patricia García y Marta Villaseñor (UdeG) “Discurso médico y corporeidad”

• Laura Boella (Universidad de Milán) "El cuerpo de Diotima. La pasión de la diferencia”

• Moderador: Alfonso Hernández.


Informes:Tel: 3613 2603 correo: coordgenero@csh.udg.mx




(El registro será el mismo día del encuentro en las instalaciones de la FIL)








16 noviembre 2008

.::Sociedades de mutua convivencia en peligro::.

Es un derecho y seguiremos luchando, afirman
Angelinos se vuelcan a favor de las bodas gays

Se oponen a la votación que prohíbe contrato civil entre homosexuales.


Massachusetts y Connecticut, hasta ahora, son los únicos dos estados que permiten este tipo de uniones en Estados Unidos Foto: Jewel Samad/AFP



16-Noviembre-08



Los defensores de los derechos de los homosexuales en el primer estado que permitió los matrimonios entre parejas del mismo sexo se reunieron este sábado para protestar contra la votación que prohibió ese contrato civil en California y para instar a los partidarios del mismo a que no se rindan en la lucha.

Multitudes de gente se reunieron cerca de edificios públicos en comunidades pequeñas y grandes metrópolis de gran parte del país, incluidas Nueva York, San Francisco y Chicago, para descargar sus frustraciones, celebrar las uniones entre homosexuales y expresar al exterior su llamado al cambio.

“Los matrimonios civiles son un derecho civil, y seguiremos luchando hasta que obtengamos los derechos que merecemos como ciudadanos estadunidenses”, estableció Karen Amico en Filadelfia.

“Nosotros somos la familia estadunidense, vivimos junto a tu casa, damos clases a tus hijos, cuidamos a tus ancianos”, dijo Heather Baker, una maestra de educación especial que habló a la multitud en la Plaza del Ayuntamiento de Boston. “Necesitamos derechos iguales en todo el país”, agregó.

Massachusetts y Connecticut, ciudades que comenzaron la semana pasada dieron luz verde a los matrimonios entre personas del mismo sexo, son los únicos estados que lo permiten. Sin embargo, los 30 estados que han sometido el tema a votación han exteriorizado sus prohibiciones a este tipo de uniones.

Las protestas que siguieron a la votación sobre Propuesta 8 en California, la cual define el matrimonio sólo como un acto entre un hombre y una mujer, han incluido ocasionalmente muestras de enfado e incluso violencia, y los manifestantes han condenado a las organizaciones religiosas que han apoyado la prohibición, incluida la Iglesia mormona por lo que presentaron carteles con la leyenda: “Atención mormones: ¿El tener 6 esposas, es considerado tradicional?”.

Empero, representantes de Join the Impact (Únete al impacto), que organizó las protestas del sábado, pidieron a los participantes que fueran respetuosos y evitaran atacar a otros grupos durante las marchas y reuniones.

El ambiente en Boston fue generalmente alegre, con los participantes bailando y entonando la canción “Respect” (Respeto).



Boston/Jay Lindsay/AP

Nota extraida del periódico Público del Domingo 16 de Noviembre.

06 noviembre 2008

.::DIA DEL ZOMBIE. Flyer oficial del evento::.

El día del ZOMBIE se acerca... 
la cuenta regresiva cada vez más se aproxima a 0...
mientras tanto, refrescamos su memoria con la cartelera del evento mas sangriento de noviembre!!!
Muestra virtual de tiras ZOMBIE en la página oficial del evento:
http://zombiegdlfest.blogspot.com
14 de noviembre:
Proyección de películas del precursor de la cultura ZOMBIE en la Videosala del Ex-Convento del Carmen. Agradecemos el apoyo brindado por el CAAV
15 de noviembre 5:30pm
Sesión de maquillaje ZOMBIE! unámonos a la marcha rumbo a PRANA con nuestras mejores galas ZOMBIES.
15 de noviembre 9:00pm
FESTIN ZOMBIE!!!
expo + música + cortos + cómic + diseño + FIESTA!

Nuestro bagaje auditivo correrá por cuenta de:

Jon-ass

Dj Fharyde www.myspace.com/fharyde 

Jerry muerte www.myspace.com/jerrymuerte

Juan de Aves www.myspace.com/juandeaves

En plásticas tendremos a:

GILBoY  http://4-7-8.blogspot.com/

Montse Ramos http://montse-artwork.blogspot.com

Gina Rivera

Elizabeth Perrfecto www.myspace.com/huesoslargos

Yolliztli Ruiz http://yolliztli.blogspot.com

Sandra Rede www.myspace.com/persephone_art

Daniel Ruiz

Héctor Rentería

la sede del evento es:

PRANA. 

Leandro Valle 987, Barrio de las 9 Esquinas.

Para mayores informes visita:http://zombiegdlfest.blogspot.com

o contacta a:

estudio@juanitoac.com

ojodemosca.multidisciplinario@gmail.com

JUANITO AC estudio, en colaboración con OJO DE MOSCA multidisciplinario invitan.

04 noviembre 2008

.::DIA DEL ZOMBIE. Noviembre 15 en GDL::.

Pasan los días y cada vez la cuenta se hace más corta... Guadalajara remueve su asfalto dando espacio a los ZOMBIES q' emergen de sus calles... 
NOVIEMBRE 15 la invasión ZOMBIE se aproxima
CARTELERA DEL EVENTO
Viernes 14 de Noviembre.
Video sala Ex-Convento del Carmen Agradecemos al CAAV y a la Video Sala el apoyo que nos han brindado incluyendo en su programación del 14 de Noviembre tres cintas de George A. Romero que son imprescindibles de ver.
4:00pm Dawn of the dead (1978)
6:00pm Day of the dead (1985)
8:00pm Diary of the dead (2007) Web Oficial:www.myspace.com/diaryofthedead
Esta ultima película de George A Romero ha recibido muy variadas criticas, desde quien lo idolatra como máximo genio de los trailers de horror, hasta quien dice que perdió su toque desde la cinta ‘Land of the dead’. En lo personal pienso que todos vemos los que buscamos ver, más aún cuando no somos críticos o estetas de este séptimo arte.

15 de Noviembre. 17:30 hrs

Sesión de maquillaje ZOMBIE, y marcha.

Los ZOMBIES inundarán las calles tapatías.

Si quieres unirte a la marcha rumbo a PRANA vestido de ZOMBIE, trae contigo ropa que no te importe romper.

La sesión de maquillaje será a partir de las 5:30 pm en el Andador Escorza

Al lado del Museo de las Artes de la UdeG (...ese edificio viejito que está entre López Cotilla y Av. Vallarta...)

15 de Noviembre 21:00hrs

FIESTA ZOMBIE!!!

Eh aquí la hora del festín ZOMBIE, 

MÚSICA + PINTURA + FOTOGRAFÍA + CARTEL + ILUSTRACIÓN + CARTÓN + DISEÑO + CORTOMETRAJES + FIESTA FIESTA Y MAS FIESTA!

Nuestro bagaje auditivo correrá por cuenta de:

Jon-ass

Dj Fharyde www.myspace.com/fharyde 

Jerry muerte www.myspace.com/jerrymuerte

Juan de Aves www.myspace.com/juandeaves

En plásticas tendremos a:

GILBoY  http://4-7-8.blogspot.com/

Montse Ramos http://montse-artwork.blogspot.com

Gina Rivera

Elizabeth Perrfecto www.myspace.com/huesoslargos

Yolliztli Ruiz http://yolliztli.blogspot.com

Sandra Rede www.myspace.com/persephone_art

Daniel Ruiz

la sede del evento es:

PRANA. 

Leandro Valle 987, Barrio de las 9 Esquinas.

Para mayores informes visita:

http://zombiegdlfest.blogspot.com

o contacta a:

estudio@juanitoac.com

ojodemosca.multidisciplinario@gmail.com

JUANITO AC estudio, en colaboración con OJO DE MOSCA multidisciplinario invitan.

30 octubre 2008

.::ARTE POSTAL. Uno de estos días::.

Yolliztli Ruiz

"...hacía tiempo que la espera no se interponía en mis planes..."

Proyecto de ARTE POSTAL "Uno de estos días" segunda etapa... frases compartidas

18 octubre 2008

.::Pruebas rápidas VIH SIDA::.

Pruebas rápidas de detección del VIH/SIDA.

Dentro de las cuantiosas y en extremo arduas labores de los grupos que trabajan con el fenómeno del VIH/SIDA, desde grupos de apoyo a gente que vive con el virus, grupos q' se encargan de trabajar por construir una imagen positiva y no destructiva de este fenómeno, gente q se encarga de crear fármacos más efectivos q' salgan al mercado mientras otro grupo de gente gestiona el abaratamiento de estos, gente q' genera políticas que faciliten el terreno de estas acciones... dentro de todas esas difíciles y arduas labores de la gente comprometida por buscar soluciones... creo, que una de las acciones q' más trabajo les ahorraría a todos esos grupos de gente es q' cada uno de nosotros heterosexuales, bisexuales, lesbianas y homosexuales, estudiantes, amas de casa, profesionistas, madres, obreros, católicos, judíos, musulmanes, creyentes, no creyentes... en fin, todo humano sobre la tierra tome conciencia sobre sí y decida, por voluntad y amor propio hacerse la prueba rápida de VIH/SIDA. Ya q' a pesar de q' por muchos años se tuvo la creencia de q' solo había grupos de riesgo (hemofílicos, sexo servidoras, homosexuales y bisexuales, etc...) la verdad es q' más bien son relaciones de riesgo (relaciones sin protección).

Y bueno, ahora tenemos la oportunidad de gratuitamente quitarnos la duda... y comenzar a vivir una sexualidad más consciente...

saludos Yolliztli Ruiz

17 octubre 2008

.::Les Alebrijes Fest Vallarta 2008::.


aqui les dejo por si tienen ganas de playita... y, si alguien va me platica q' tal estuvo

16 octubre 2008

.::Rebeldías lésbicas '08::.


Alo! les paso esta imagen q' a su vez me la han pasado a mi y asi sucesivamente etc, etc, etc... pues na' q' me ha gustado la idea.. jajaja

sobre todo la frase q' dice: "ser lesbiana no es un delito, es un deleite"... total y absolutamente de acuerdo!!! jajaja

na' más para echar ojo...

saludos Yolliztli  

12 octubre 2008

El lenguaje es un virus. Juan Vicente Aliaga

Para aquellos q' sabiamente planien participar en el concurso de fotograf'ía q' promueve COESIDA... me he tomado la libertad de subir un texto de Juan Vicente Aliaga extraido del libro De Amor y de Rabia, un libro extraordinario q' aborda el tema del fenomeno del SIDA y su repercusión dentro de las artes y viceversa. Aquellos q' esten interesados en leerlo, lo venden en Gandhi... o creo también esta en la biblioteca de Artes Visuales de la UdeG.

Este ensayo creo les servirá para no caer en la inconsciencia de un manejo simbólico absurdo e inintelegible que merme el discurso q' planean abordar.

Saludos Yolliztli!


El lenguaje es un virus
Juan Vicente Aliaga

Language is a virus, dice Laurie Anderson, y no le falta razón. Al estar constituido por una cadena arbitraria de significados y significantes, el lenguaje transmite valores morales, contingentes, y por lo tanto, genera ideología.

En ese orden de cosas, si tratasemos de conocer el sentido o sentidos que el lenguaje escrito ofrece de la definición de diccionario del término enfermedad, tendríamos, por lo general, las siguientes acepciones: por un lado, una serie de sinónimos, a saber: afección, dolencia, padecimiento; por otro, definiciones del tipo: cada una de las diversas alteraciones del organismo que perturban su funcionamiento; y en tercer lugar, el listado de conceptos que van desde anormalidad y estigma hasta lacra y mal, pasando, entre muchos otros, por los de transtorno y frenopatía.

Con esta somera ojeada a lo que la institución lingüística dice sobre el significado del término enfermedad, y teniendo en cuenta que la institución, sea ésta la Real Académia de la Lengua, un grupo o asociación de lexicógrafos o simplemente algún diccionarista, está encargada de definir, ordenar, explicar o mostrar las equivalencias de un idioma, podemos ver que el lenguaje está utilizado de varios modos: tautológico, en primer lugar; determinando el vocablo enfermedad sin definirlo, buscando similitudes abstractas; descriptivo, en segundo lugar, tratando de adecuar el alcance semántico a una función denotativa y explicativa a la vez, en la que se precisa una dimensión que dice tender a lo objetivo, aun siendo conscientes de la carga ideológica de éste último término; metafórico, por último, induciendo al receptor del mensaje a asociar enfermedad con vocablos connotados en funcion de la adecuación del mismo canon o norma y reforzando, por puro exceso, la magnitud negativa de la palabra definida.

De los tres usos del lenguaje enunciados, es posiblemente el tercero, el metafórico, aquél que consiste en dar a una cosa un nombre que pertenece a otra, el que más nos interesa explorar aquí, pues incide de lleno en la representación que del SIDA han ofrecido los medios de comunicación de masas, la publicidad y también el arte, aunque ésta última cuestión, la del campo estético, será tratada en otros textos de De amor y rabia. Así, si nos paramos a considerar que el lenguaje está estructurado socialmente y que tiene la capacidad de significar algo determinado, en función del ámbito o contexto en el que se vehicule, de la carga ideológica utilizada y del sesgo personal que el sujeto pensante le añada, veremos que el SIDA no ha aparecido tan sólo ante la opinión pública como una enfermedad dolorosa, destructiva, irreversible, sobre la que no existe cura, pero sí modos de prevenirla, sino que se la ha aireado sobre todo, en particular en los primeros años desde el surgimiento de ésta pandemia, como una maldición, un castigo, una vergüenza.

Tener SIDA, ser enfermo de SIDA –utilicemos el término sidoso o sidosa, sin tapujos- equivale para amplias capas de la población, de distintos niveles intelectuales, e incluso para gran parte de los medios de comunicación de masas, después de más de diez años desde su aparición, a una condena segura, y también a una condenación sin paliativos, en especial en la prensa sensacionalista. En el mejor de los casos, tal vez debido a la promoción, a veces un tanto sensiblera, de las campañas de recogida de fondos que están llevando a cabo organizaciones caritativas y benéficas, se habla del enfermo de SIDA desde la conmiseración, la piedad y la lástima. Los usos de la tolerancia, de origen judeo-cristiano, ejercen en estos casos una presión que convendría analizar por el efecto que producen en la imagen de la enfermedad y de los afectados. Según afirma Susan Sontag, parece como si “ la sociedad necesitase de una enfermedad que se identifique con el mal, que culpabilice a sus “victimas”, pero resulta difícil obsesionarse con más de una a la vez” La escritora nnorteamericana se refiere también a la demonización que otras enfermedades han experimentado en el curso de la historia, concretamente la tuberculosis y el cáncer, objeto de un estudio suyo publicado bajo el título de Illness as Metaphor (La enfermedad y sus metáforas) (1978). A estas patologías, se podrían añadir otras como la sífilis, que también han sido revestidas de significados parasitarios, añadiduras superfluas, metáforas en exceso que, más que explicar la condición y situación médica que las caracteriza –etiología, sintomatología, formas de contagio, tipos de prevención…-, no hacen sino huir del significado estrictamente denotativo, médico-científico, para cebarse en la construcción de un aparato ideológico que estigmatiza la enfermedad y la excluye, como a los apestados de la Edad Media, del mundo de los sanos y, por lo tanto, de la norma.

Roland Barthes dijo en una ocasión desconocer “si, como dice el refrán, las cosas repetidas gustan, pero creo que al menos significan”. A esta frase, casi una sentencia, se le podría complementar diciendo que, tal vez por su misma insistencia y reiteración, determinadas cosas significan si no más, si con mayor claridad. A fuerza de repetirlas, la dimensión comunicativa, es decir, lingüística de los enunciados cobra cuerpo y consistencia.

El significado reside en cualquier discurso, es decir en toda unidad o síntesis significativa, sea verbal o visual (Barthes, de nuevo), aunque sea inconsciente. El discurso es, por consiguiente, objeto de interpretacion. No hay enunciaos carentes de contenido ideológico, de lo que se colige que el lenguaje, sea este verbal, gestual, gráfico o visual y con mayor o menor grado de codificación, es transmisor de ideología. De lo anterior se desprende que el lenguaje no es inocente y que la exhibición de un modo de representación elegido está provista de una intencionalidad, en mayor o menor grado determinada, sea ésta textual o subliminal.

Cómo se percibe el SIDA? Qué imágenes tenemos de los enfermos del síndrome de inmunodeficiencia adquirida? Qué tipo de asociaciónes mentales lleva consigo esta epidemia? A quién benefician? A quienes perjudican? En 1979, Alvin Friedman-Kien, de la New York University Medical Center, identificó a un grupo de pacientes que sufrían una extraña enfermedad dermatológica, el sarcoma de Kaposi. Dicha patología se presentaba de un modo bastante sorprendente: una serie de nódulos azulados o amoratados tirando a marrón que cubrían la piel. El desarrollo habitual, tras varios estudios, de esta afección parecía, en principio, carecer de consecuencias irreversibles, y, sin embargo, estos jóvenes enfermos fallecieron en un periodo comprendido entre las ocho y las veinticuatro semanas después de haber sido diagnosticada la dolencia.

En junio de 1981 ya se habían producido veintiséis casos semejantes. Al mismo tiempo, cinco casos de neumonía pneumocystis, una enfermedad causada por un parásito protozoico de carácter ubicuo que normalmente sólo se manifestaba en aquellas personas con sistemas bajos en defensas, aparecieron en los Angeles. Dos de los pacientes habian fallecido. Poco tiempo despues, se produjeron diez nuevos casos de neumonía pneumocystis y dos de los afectados presentaban asimismo, señales de sarcoma de Kaposi. A medida que se iba desarrollando esta sintomatología, los epidemiólogos del Center for Disease Control, en Atlanta, al tratar de comprender la naturaleza de estas enfermedades, fueron construyendo la imagen del paciente.

Los primeros datos coincidentes señalaban que los enfermos residían en zonas o conglomeraciones urbanas de Nueva York, Los Angeles, San Francisco y Miami, y que todos ellos eran hombres jóvenes. Un tercer dato, el de la orientación o preferencia sexual del afectado, sirvió para que en un dossier publicado por el Center for Disease Control, el 5 de junio de 1981, se indicara que “dos de los cinco (pacientes) han mantenido frecuentes contactos homosexuales con varias personas”.

La importancia de la orientacion sexual como un factor causante de la enfermedad fue puesta de manifiesto en la categorización del enfermo de SIDA durante los cuatro primeros meses de 1982, al etiquetarse su dolencia como integrante de una GRIDS, es decir, Gay Related Immune Deficiency Syndrome (Sindrome de Inmunodeficiencia relacionado con la Homosexualidad), con lo que se estaba dando un paso de gigante en la estimagtización del portador de una enfermedad infecciosa en función de sus preferencias sexuales.

El énfasis inicial en la categorización de la enfermedad, basada en el supuesto de la orientación sexual, marcó de manera contundente la construcción ideológica del SIDA. Aun hoy, en 1993, pese a que la comunidad médica ha hecho incapié en que no existen grupos de riesgo, sino prácticas de riesgo y que se ha divulgado a través de los medios de comunicación la seropositividad de Magic Johnson, contraída por la práctica heterosexual desprotegida, el sambenito de que el SIDA es una enfermedad de maricones y gentes de mal vivir está muy arraigado en la sociedad.

Cuando finalmente, en otoño de 1982, se acuñó el término AIDS (SIDA), éste se entendía como una subdivisión de una categoría mayor de enfermedades de transmisión sexual, una dolencia padecida por los homosexuales como resultado de sus prácticas sexuales desenfrenadas y rpomiscuas, o de otras actividades desordenadas que les eran propias como el uso de los poppers (una droga que contiene nitrito amílico o butilo y que se emplea para acelerar los latidos del corazón).

De esta manera, la asociación directa entre SIDA y la sexualidad, y concretamente el sexo entre hombres que socialmente siguen considerándose con desprecio y burla, fueron de la par en la difusión por parte de la institución médica, de la ciencia en suma, delos rasgos y características que revestían esta nueva afección que, con celeridad inusitada, pasó a substituir a otras como la sífilis o el cáncer en el imaginario humano como patologías contaminantes y peligrosas.

A pesar de que, a finales de 1982, se detectaron casos que no podían ser encuadrados sobre la base de los gustos sexuales como los hemofílicos y los drogadictos, la idea de que el SIDA afectaba casi en exclusiva a los homosexuales persistió.

Es preciso puntualizar que el SIDA es causado por una infección de un retrovirus denominado virus de inmunodeficiencia humana (VIH), que se desarrolla en contacto directo con los fluidos corporales del semen y la sangre, y que se encuentra, asi mismo, en los flujos vaginales.

La transmisión sexual desprotegida es una de las vías de contagio, no la única –piénsese en la transmisión madre/hijo- y, sin embargo, en la imaginería y el lenguaje construidos sobre el SIDA, sobre todo en los primeros años de su aparición, se hacía hincapié en que el SIDA era una enfermedad de transmisión sexual como la sífilis, y no una afección vírica semejante a la Hepatitis B. de esta manera, los representantes del orden moral, sustentado en la abstinencia sexual o en la monogamia heterosexual de la vida en pareja, tenían más de un buen pretexto para seguir lanzando invectivas contra quienes estaban al margen de la norma sexual imperante.

La enfermedad que, en particular en los Estados Unidos, se catalogó posteriormente como el mal de las cuatro H: homosexualidad, heroinómanos, hemofílicos y haitianes (en este vocablo se encierran dos supuestos: la idea de que el origen del mal es exterior a la heterosexualidad y de que fue contagiado por una raza no blanca), recibió desde los medios de comunicación (en especial en las grandes cadenas de televisión, los periodicos y revistas sensacionalistas), y también de la clase médica, un tratamiento visual y verbal alarmista, deformado y tendencioso. Se trataba en líneas generales, de pasar de una primera etapa en que el uso de las cifras y las estadísticas era el único dato de que disponía el público sobre la enfermedad, reforzándose de tal manera el misterio y el enigma sobre un virus qque no tenía rostro y que, en círculos religiosos, era visto como un flagelo de Dios, a una etapa posterior en que las fotografías publicadas por los diarios mostraban a sidosos –la imagen de la mujer estuvo relegada durante bastantes años- aislados, postrados en la cama, semejantes a los niños esqueléticos de Etiopía o Somalia. Antes incluso de llegar a esta iconografía extrema, que levantó ampollas entre los grupos activistas norteamericanos, ACT-UP sobre todo, y que comentaremos a continuación, es impresindible analizar las distintas tipologías iconográficas y semánticas que los mass-media han difundido profusamente.

A primera vista, llama la atención la continua evolución del discurso sobre el SIDA, motivado en parte por el hecho de que los avances científicos se han producido con gran rapidez y que, por lo tanto, determinados hallazgos quedaron obsoletos al poco de ser descubiertos. El conocimiento del SIDA ha cambiado a lo largo de estos últimos diez años. Hoy en día, se conoce con mayor detalle, aunque en lo que se refiere a las formas de contagio, tras los primeros titubeos y el pánico desatado sobre los posibles riesgos de la saliva y otros líquidos como la orina, que fueron desechados, no ha habido en lo fundamental ninguna variación.

Las instrucciones recomendadas en un pequeño folleto, por poner un ejemplo, entre otros, editado por la Conselleria de Sanitaat i Consum de la Generalitat Valenciana a finales de 1992 en su campaña “Que el SIDA no siga”, sobre de qué manera se transmite el virus del SIDA y cómo se puede prevenir son en esencia las mismas que se dieron desde que en 1983 aparecieron los primeros casos de hemofílicos contagiados, a los que se unió la publicación masiva de otros casos de contagio por vía heterosexual en 1986. y esto sucedió un año despues de que saliera al mercado la prueba que permitía detectar los anticuerpos de VIH, y de que se celebrara la 1er Conferencia Internacional sobre el SIDA en Atlanta.

La asociación ideológicamente perversa, del SIDA con las prácticas homosexuales explica el retraso en la falta de asunción de los riesgos que corría la comunidad heterosexual si no tomaba medidas de protección. Era fácil decir: solo les afecta a ellos.

Los cambios que ha experimentado la representación del SIDA, con la perspectiva de 1993, se deben, en parte, a la influencia delas campañas públicas de prevención (con sus defectos), los programas educativos pluralistas y al activismo sobre el SIDA. Activismo que, pese a su esfuerzo denotado, no ha conseguido todavía disipar los prejuicios existentes.

Desde 1981 hasta 1983, aproximadamente, la ausencia de imagenes de los afectados era moneda corriente. Cifras y estadísticas anónimas ajenas a la realidad personal de cada paciente de SIDA, procedentes de los centros médicos, además de la pugna entre el descubridor del retrovirus, el doctor Luc Montaigner del Institut Pasteur de París y su belicoso contrincante Robert Gallo del National Cancer Institute, ocupaban las informaciones sobre el SIDA. El inminente negocio de algunos laboratorios con el descubrimiento de algunos fármacos y su venta –como se supo en abril de 1993 el uso del AZT no parece retrasar el avance de la enfermedad en los seropositivos-, así como la puesta a punto de una prueba anti-SIDA era patente. Incluso la prens gay se hacía eco de los avances del virus a través de informaciones deshumanizadas, con la publicación de primeros planos microscópicos de las lesiones ocasionadas por el sarcoma de kaposi o del tejido pulmonar afectado por el Pneumocystis carinii pneumonia.

A qué se debía esta ausencia de imágenes de los propios afectados? Entre otras razones, a la ignorancia y escacez de información ponderada sobre la enfermedad, lo cual despertó viejos demonios (se habla de peste, de plaga gay, de castigo divino…), que llevaron –el caso norteamericano es muy elocuente- a la discriminación de los inquilinos afectados, por parte de los caseros que les amenazaban con expulsarlos, por un miedo irracional al contagio, asi como a las vejaciones en el ámbito de la empresa y las amenazas de las compañias de seguros.

Este estado de cosas contribuyó a que los propios sidosos/as no quisieran aparecer en los mass-media por las posibles represalias. A todo ello se unen los ataques virulentos por parte de la prensa amarillista (virulencia señalada por Simon Watney en “The Rhetoric of AIDS” en Gran Bretaña, cuya prensa constituyó una identificación entre el sidoso y el homosexual, ambos figuras de una misma monstruoSIDAd, en opinión de la misma). La histeria y homofóbia desatadas a raíz de la muerte del actor Rock Hudson, el 3 de octubre de 1985, corrieron de la mano de otros factores/síntomas como el énfasis puesto en la extrema delgadez de los sidosos, y la publicación de fotografías en donde se compara la lozanía natural de un Rock Hudson veinte años más joven con la palidez de un cuerpo debilitado, comparación a todas luces sacada de contexto, tendenciosa y paranóica.

La búsqueda, caza y captura, casi desesperada, que determinada prensa realizó para conseguir tomas de los enfermos más desfigurados, como consecuencia de, por ejemplo, los síntomas del sarcoma de Kaposi, tuvo en el caso de Kenny Ramsauer un sesgo morboso ampliamente divulgado por publicaciones tales como las francesas Paris Match y Photo o el tabloide británico Sunday People: quien fue un apuesto joven se había convertido en una caricatura grotesca. La prensa canalla descubriría, en 1983, con estas premisas suculentas, la aparición del SIDA. Dos años habían transcurrido desde que se declararan los primeros casos. Si a esto le unimos, como señaló agudamente Jan Zita Grover la publicación en mayo de 1983 del Journal of The American Medical Association, una influyente y conservadora revista de asuntos médicos, de un número dedicado al SIDA, en el que se venía a decir que el síndrome se podía contraer por medio de cualquier actividad cotidiana casual, se puede entender el pánico y la histeria que empezó a cundir entre la población, debido sobre todo a la falta de una información veraz y seria y a las tergiversaciones procedentes de la institución médica y de los mass-media.

De entre la multitud de imágenes que la prensa ha propuesto en torno al sidoso, sobre todo desde 1985, se observa la escasa presencia de mujeres, lo que viene a significar que se estaba construyendo la idea que era el hombre, al que se presuponía mayor actividad sexual desordenada, el que corría mayor peligro. Cuando por fin, ateniéndose al creciente contagio femenino, se alcanza un cierto número de imágenes de mujeres, éstas aparecen en determinados contextos y roles: como acompañante, familiar o madre de un niño/a portador del virus, o bién en un ámbito menos tranquilizador y amable como prostitutas. Madre y puta: dos viejas visiones de una misma misoginia.

Prácticamente hasta 1985 no llegan las primeras escenas de hospital en donde se ve all paciente, en su individualidad, examinado por un médico/a o aislado en la soledad de su habitación. La sensación de tristeza, de reclusión y de desprotección se acentúa, en muchas ocasiones, por la desnudez del cuerpo enfermo, o los rasgos físicos de un rostro demacrado, que denotan los avances de la enfermedad, y también por la atmósfera obsolescente, de abatimiento que se respira al contemplar al sidoso cabizbajo, pensativo, indefenso.

Hay que decir que, algunas de éstas fotografías descarnadas no procedían de la prensa sensacionalista, sino de la obra de fotógrafos como Rosalind Solomon y Nicholas Nixon. Cuando éste último expuso sus Portraits of People en el Museum of Modern Art de New York, en 1988, el revuelo que se armó fue considerable. Acritud es la palabra que tal vez mejor define, en opinión de los críticos Robert Atkins y Thomas W. Sokolowski, la relación ante dichas obras: “Sea como fuere, esas imágenes percibidas como algo negativo o positivo, provocaron protestas entre los activistas. Quienes las rechazaban vieron, y todavía ven, los retratos en serie de Nixon como piezas carentes de contexto social, que hacen de los afectados por el SIDA unos monstruos demacrados. Pero exposiciones como esa eran poco frecuentes en 1988 y al menos esas fotos permitieron que el rostro de los individuos afectados pudiera ser visto. Los PWAS (personas con SIDA) eran considerados en tanto que individuos y no como una estadística”

La polémica sobre qué tipologías iconográficas y qué estrategias de lenguaje utilizar, a la hora de representar a los enfermos de SIDA, sigue abierta –al término víctima ha sido descartado por muchos activistas por la connotación negativa que comporta, así como la expresión inglesa sufferer, que indica a la persona que padece una enfermedad, al doliente, por incurrir en un sesgo peyorativo de raíz religiosa, y por el hecho de que muchos afectados niegan que tener SIDA haya de ser visto como algo tremendista-. Dicho esto, el uso adecuado o no de algunas expresiones se incerta en el contexto de lo que se denomina en el mundo anglosajón Politically Correctness.

Otro de los efectos de la representación del SIDA que han llegado incluso al mundo del tebeo y el cómic, pasando por le resto de medios que hemos venido citando, se sitúa en la problemática de la territorialización de la enfermedad. Como si se tratara de un virus que pudiera detenerse en la aduana, cada país trató en su momento (hoy en día esto parecería ridiculo, pues, como se ha comprobado, esta pandemia crece en los cinco continentes) de adjudicarle el sambenito a otro territorio: una forma poco decorosa de quitarse, momentáneamente, el muerto de encima. Así, de la misma manera que en los siglos XV y XVI se hablaba de la sífilis como el Morbo Gallicus, pues para los alemanes, como así lo explica Sander L. Gilman, el origen del mal y la figura del desviado se correspondía con la de un petimetre: el soldado francés, en lo que respecta al SIDA se produjo na situación similar. En los Estados Unidos, se habló del origen africano o haitiano de la enfermedad. Esta presunción –na manera de echar balones fuera- establecía que los norteamericanos de raza blanca daban por supuesto que los negros tienen una relación distinta con la enfermedad, debido a su condición de “seres diferentes”. Diferencia que una lectura segregacionista, como la que defiende que el índice de casos de locura ha sido mayor durante el siglo XX entre la población negra, a causa de su incapacidad y de las dificultades de adaptación a la civilización, puede llevar a la persecución sistemática. También se creía que los negros eran inmunes a la sífilis, al ser esta enfermedad de transmisión sexual de origen africano y a la que, se suponía, estaban acostumbrados. La construcción de la imagen del negro como ser promiscuo y mentalmente discapacitado estaba servida.

En la primavera de 1987, las autoridades soviéticas admitieron, por vez primera, la existencia de algún caso de SIDA. Hasta entonces, el punto de vista de la ortodoxia comunista, tal como venía expresando en su órgano oficial Pravda, tildaba al SIDA de enfermedad producida en los laboratorios amerianos por una sociedad corrupta y venal en la que la homosexualidad y el consumo de drogas eran reflejo fehaciente y patológico de los últimos estadios del capitalismo. La estigmatización y demonización que, sirviendose del SIDA como un chivo expiatorio, ha sido llevada a cabo por los mass-media se basa en el uso de estereotipos, de reduccionismos y encorsetamientos tan absurdos como relacionar la penetración anal exclusivamente con la homosexualidad –testimonio franco y directo de una prostituta canaria en el primer programa emitido en Antena 3, en diciembre de 1992, de Queremos saber, en donde admitía que una de las prácticas más requeridas por sus clientes era “hacer el griego”, es decir, la penetración anal, aporta un buen grado de humor y desmitificación a este tema-. Se fundamenta tambien en la concideración falsa, esta sí de mayor calado, de que las mujeres están a salvo del SIDA. Salvo las prostitutas, pues al parecer su mismo oficio reprobable las condena, para esta red enorme de informadores interesados en divulgar mentiras alarmistas, el SIDA es un castigo y los afectados deben estar aislados. Es este sentido, la columna publicada por la directora del diario Las Provincias de Valencia, María Consuelo Reyna, el 11 de marzo de 1993, en la que se reafirmaba sobre unas declaraciones anteriores (del 4 de diciembre de 1992) donde pedía a gritos que por qué para los enfermos de SIDA “no se adoptan medidas drásticas de aislamiento”, son una verdadera piedra de toque del nivel de intolerancia, insensibilidad y fanatismo de una parte de la sociedad contemporánea. La amenaza palpable de los campos de concentración para sidosos –SIDAtorios-, existentes en la Cuba castrista, está latente en esas palabras. Las declaraciones de Magic Johnson, en las que admite ser portador de anticuerpos del virus, las de Arthur Ashe, fallecido en febrero de 1993, pese al positivo efecto concienciador que han tenido entre la población heterosexual, no han conseguido vencer el estigma culpabilizador, muy extendido, de que únicamente a los marginados, los homosexuales y drogadictos corresponde tomar medidas de precaución. El tremendo impacto que ha tenido en Francia la película de Cyril Collard Les nuits fauves (, 1992), en la que el protagonista (El mismo director, fallecido en marzo de 1993) hace el papel, claramente autobiográfico, de un director de cine bisexual que se enamora de una muchacha, sin que ello le lleve a renunciar a sus múltiples contactos homosexuales, es altamente paradójico. Por un lado, se constata, abiertamente, el peligro de las relaciones sexuales sin preservativos y, por otro, se muestra al protagonista como alguien activo, emprendedor, con un cuerpo apetecible, aparentemente sano, desbordante de vitalidad, a pesar de su enfermedad, con ganas y deseos de correr aventuras.

La ingenuidad fantasiosa de las últimas palabras escuchadas en la película: “hoy hace un día como nunca. Estoy vivo. Probablemente voy a morir de SIDA, pero eso ya no es mi vida: estoy en la vida” le resta, sin embargo, credibilidad. Y el hecho de que se recalque que las relaciones entre hombres se deben a irrefrenables impulsos sexuales, mientras que las habidas entre un hombre y mujer corresponden a auténticas relaciones de amor, si no fuera por su estupidez supina se quedaría en simple boutade. Les nuits fauves, no obstante los errores y su atropellada y torpe trama narrativa, aporta frescura en la tan viciada representación del SIDA. Probablemente haya sido más eficaz, entre los adolescentes, que muchas campañas de prevención, y ello pese a que la compañera del protagonista, interpretada por la actriz Rommane Bohringer, retratada de modo misógino y desmedido, en su arrobo y atolondramiento amoroso, practica el sexo sin protección a sabiendas de que su partenaire es seropositivo. Dígase lo que se diga sobre el amour fou, esto no se puede recomendar, aunque suceda en la vida ordinaria.